Es increíble como se te puede quedar el aroma de otra persona, sabes que es de él, te envuelve, adormece, te lleva por una espiral de recuerdos, sueños, sonrisas, caricias, besos, todos y cada uno de esos detalles que te vuelven loca, que te encantan de esa persona.
Sabes que le quieres, cuando se te estremece el cuerpo, un escalofrío te recorre, centímetro a centímetro de tu piel.
De forma tonta hueles ese jersey, recordando la forma en la que te abrazó, recordando también a su vez, su sonrisa, su mirada. Esa mirada que te hace sentir especial.
Pero momentos mas tarde te encuentres sola, metida en la cama...ahora tan solo soñando con poderlo tener de nuevo en tus brazos, que te volviese a dar un beso en la frente, o escuchar nuevamente su risa.
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