miércoles, 21 de noviembre de 2012

Confesiones.


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Todos tenemos ciertos remordimientos, que afloran tarde o temprano, que te angustian mas o menos, según la gravedad del asunto.
Una persona, necesita confesarse para sentirse libre de cualquier pecado, requerimos esa compasión de ser comprendidos, escuchados y sobre todo perdonados por otra persona.
Tenemos la sensación de ser perfectos, y que nuestras acciones no tienen repercusiones sobre otros, y no es nada cierto. Todo absolutamente todo, cada mínima cosa tiene su consecuencia; acciones, rumores, comentarios, burlas, engaños, mentiras, desprecios, incluso el propio carácter, o las malas formas. Pueden herir al resto.
Debo confesar que muchos de esos comportamientos los he llevado a cabo, y rara vez he pedido perdón por ello. Con esto quiero decir que debemos saber pedir perdón en el momento adecuado y con las palabras adecuadas. No con solo nombrar esas palabras, ya estés exculpado de todo, no exactamente eso. Todo el mundo necesita su tiempo de compresión y aceptación.
Tampoco es tarde para pedir perdón si aun no lo has hecho, por indignación, soberbia, arrogancia o simplemente orgullo. No es excusa suficiente para no hacerlo.

Confieso, haber tenido acciones deshonestas, haber hecho comentarios indecentes, burlas, desprecios, mentiras. Y sobre todo, confieso tener un carácter complicado y ser demasiado orgullosa, siempre lo he sido. Cada vez menos. Muchas veces he oido esa palabra para mi definición.


Lo que el orgullo esconde: autoestima malentendida

Detrás de un comportamiento orgulloso se ocultan rasgos que definen la personalidad del individuo. Claros antagonismos del orgullo serían la humildad, la vergüenza o la modestia que, por lo general, son considerados como virtudes. Sin embargo, un exceso de dichas cualidades también puede ser síntoma de incapacidad para lograr ciertos objetivos. Individuos que han sufrido graves problemas, sobre todo durante su infancia, suelen dar una imagen que encaja perfectamente con las mencionadas virtudes.
Asimismo, el orgullo puede contener sentimientos como la vulnerabilidad o la sensación de derrota al ceder ante argumentos superiores al nuestro. La intolerancia a reconocer errores o la superioridad de otros planteamientos que ponen en tela de juicio el nuestro, llevan a ciertos individuos a cerrarse en banda ante la posibilidad real o imaginaria de verse menospreciados o humillados. En este sentido el orgullo es una coraza que enmascara un sentimiento de inferioridad.

Esto es lo que quiero decir hoy.
Y ademas pido perdón, por todo el daño causado por todas esas acciones…
Te echo muchísimo de menos Cris…
Quizá solo necesito la comprensión y la aceptación de ciertas personas, para poder sentirme tranquila pero prefiero sincerarme aquí. 





PD: Me gusta ser una ZORRA


2 comentarios:

  1. Para mi pequeña Chelia...
    Sabes que siempre estaré ahí, Ninguna distancia nos separa...Siempre me tendrás para contarme todo y desahogarte, ya sabes toque y te llamo! Aunque decir siempre es como muy precipitado, y nada dura para siempre... Pero yo se como tratar ese orgullo tuyo y saber hacerte reflexionar sobre lo echo!! así que puedo decir! SIEMPRE AMIGAS!(que ñoño suena todo....XDDDD)

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  2. Menos mal que te tengo a ti y a juanma

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